Por Mohammed Murad
Muchas oficinas, operaciones minoristas, instalaciones de fábricas y otras empresas están cerrando y enviando a los empleados a sus hogares para trabajar, ya que el virus COVID-19, potencialmente mortal, continúa propagándose. El contenido de estas instalaciones vacías puede convertirse en objetivos fáciles para los delincuentes.
Muchas de estas empresas están protegidas por sistemas de control de acceso que utilizan tarjetas de acceso de plástico tradicionales. Pero pueden no ser suficientes por sí mismos. Los tipos de tarjetas de uso común (banda magnética, proximidad, incluso MIFARE o iCLASS) pueden ser clonados en minutos por un hacker informático experimentado. Eso puede crear dos tarjetas idénticas, pero el software del sistema no reconocerá la diferencia.
Imagine salas de datos, almacenamiento de equipos y muchas otras áreas fácilmente accesibles para personas no autorizadas. Es por eso que la autenticación de dos factores utilizando una tecnología biométrica se ha vuelto tan importante. Las huellas digitales, los rasgos faciales y los patrones de iris son difíciles, casi imposibles de clonar.
Pero, ¿qué hace que un sistema biométrico sea mejor que los demás? Los lectores de huellas digitales requieren contacto. Se ha demostrado que el virus COVID-19 vive en acero inoxidable y plástico por hasta tres días. El reconocimiento facial es sin contacto; sin embargo, no es la más precisa de las tecnologías. Y las máscaras protectoras que muchas personas usan hoy en día solo disminuyen esa precisión.
El reconocimiento de iris es altamente preciso, capaz de identificar a una persona con guantes, máscaras, gafas, anteojos y lentes de contacto. También es sin contacto. Tampoco es necesario volver a inscribir a los empleados en el sistema de seguridad, ya que el patrón de iris de una persona se establece al nacer.
La instalación de lectores de reconocimiento de iris en las entradas del edificio agrega una valiosa segunda capa de seguridad en las instalaciones vulnerables, ya que permanecen vacías durante esta crisis de salud mundial.